El fuego de la venganza (Man on fire)-
Tony Scott (2004)
Los padres de Pita interpretados por Marc Anthony (Samuel) y Radha Mitchell (Lisa), son padres que suelen viajar mucho por negocios, gente con dinero, expuesta a secuestros, robos y demás delitos extendidos en Méjico.La relación con Pita es muy diferente con ambos. Su padre es la autoridad, es como alguien con quien poder solo hablar y al que hay que obedecer. En cambio, con su madre existe una relación mucho más afectiva y sincera. Todo va bien hasta que Pita es secuestrada por una cofradía. En el suceso, Creasy es herido de mucha gravedad, y en seguidamente acusado por matar a 2 policías, que en el fondo eran corruptos. Mientras tanto, se negocia el rescate de Pita. Todo se va al traste.
Tras una larga recuperación en cama, Creasy al enterarse de tan horrible noticia (la muerte de Pita) jura venganza a todo/a aquel/la relacionado/a con la muerte de la pequeña. Una escena que me encanta de Man on fire es la de la conversación entre Rayburn (Christopher Walken) y Manzano(Giancarlo Giannini), que en el fondo es un guiño a las ya famosas escenas de dialogo entre Dennis Hopper y Christopher Walken en Amor a quemarropa o a la de Gene Hackman y Denzel Washington en Marea Roja, ambas de Tony Scott justamente. Como dice en dicha conversación Rayburn, el colega de Creasy: “él impartirá más justicia en un fin de semana que sus tribunales en 10 años, pero no se cruce en su camino” Y le sigue la siguiente frase, también de Rayburn: ”un hombre puede ser un artista, en lo que sea, cocinando por ejemplo. Depende de lo bueno que sea haciéndolo. El arte de Creasy es la muerte y está a punto de pintar su obra maestra”.
Creasy empieza junto a el apoyo documental de una periodista la búsqueda de los responsables mayores o menores del secuestro y posterior posible asesinato de Lupita “Pita” Ramos, en donde a quien encuentra va sacando información. Y su venganza será implacable y sin lugar a la compasión.A quienes pidieron piedad respondía con la frase: “El perdón es entre Dios y ellos, yo solo les facilito la entrevista”.
Dentro de esta parte me parece magnífica la escena de cuando Creasy vuelve a la casa de los Ramos para aclarar cuentas con el padre de la familia Samuel (Marc Anthony), involucrado junto a su abogado (Mickey Rourke) en el secuestro de su propia hija. Su mujer, Lisa (Radha Mitchell) explota y pide a Creasy que le mate o lo hará ella. De forma elegante, Creasy decide entregarle la bala que le salvo la vida y repite la frase: "Una bala siempre dice la verdad". En una escena ante esa capilla frente a la virgen de Guadalupe llena de la luz de las velas incandescentes, es donde se hace justicia en forma de suicidio. Destaco también la escena debajo del puente entre el jefe mayoritario de la cofradía y policía corrupto y Creasy, en donde lamentablemente en la edición en dvd a nivel mundial se ha suprimido el contador de la cuenta atrás ubicado en la imagen, con ello dotaba de mucha más tensión de la que ya tiene. Finalmente, y tras un camino lleno de violencia, sangre y muerte, da con uno de los máximos responsables: “La voz”. Tras conseguir hablar vía movil con él, Creasy le ofrece un trueque: un cambio entre el hermano de “La voz” ,que lo tiene atado, por Pita, que aún está bajo secuestro, y por él mismo. Creasy al enterarse de que aún sigue en vida, contacta con Lisa, la madre de Pita, para informarle que el lugar y la hora en donde se hará el cambio. Dicho cambio se realizará justamente en un puente. Un puente que unirá dos vidas separadas (Lisa y Pita) por la tragedia y en medio se encuentra Creasy, el héroe, ahora herido de bala.
Tras conseguir reunir madre e hija de nuevo, él acepta su destino: la muerte. Como acordó se entrega a ellos. Es un hombre de palabra, honorable, como lo eran en su tiempo los samuráis. Será una muerte lenta pero ha conseguido algo, en el fondo está orgulloso de cómo ha acabado todo, sabe que estará siempre en el corazón de esa madre y de esa niña y que su coraje y su memoria perdurará para siempre. Creasy siempre será el padre que Pita no tuvo. Impresionante y valiente final. Emotivo, realista y con unas actuaciones de altura, sobretodo por parte del triplete mágico Washington, Fanning y Mitchell. Y para culminar la canción de Carlos Varela (Una palabra) acompaña a Creasy en los últimos minutos del film y en sus últimos minutos de vida, sujetando fuertemente su tesoro más preciado: ese colgante de San Judas patrón de las causas perdidas, que en su día le regaló Pita. Memorable. Sin dudarlo, de lo mejor de la cinta, son las actuaciones, excelentes y sobrecogedoras todas y cada una, empezando con el gran Denzel Washington que de nuevo nos ofrece una de tantas actuaciones complejas e impactantes. Seguido iría la extraordinaria actriz ya, a su corta edad, Dakota Fanning, una actuación a recordar, y sobretodo muy sorprendente, aunque en Yo soy Sam ya nos regaló otra actuación memorable. Por último y para acabar este gran triplete de oro, estaría la siempre fabulosa Radha Mitchell vista en Melinda & Melinda (qué gran doble actuación), Finding Neverland o Pitch Black entre otras, y en Man on fire se luce también. Gran actriz que debería ser más conocida por la calidad que tiene. Lo cierto es que me ha sorprendido mucho que la academia ignore tales interpretaciones, bajo mi punto de vista, las 3 merecedoras de nominación. Del resto, Walken, Giannini, etc... convicentes. Muy destacable también es la historia y el guión. Tras el guión, está Brian Helgeland, magnífico guionista creador de los libretos de nada más y nada menos que L.A. Confindetial y Mystic River. Aquí nos cuenta otra historia de venganza pero en otro marco y con otros elementos. Fantástica historia. Uno de los mayores alicientes del film. La música de Harry-Gregson Williams contiene algunos temas bastante buenos, pero destaco el tema final: The End con la colaboración inestimable de Lisa Gerrard, cantante del grupo Dead Can Dance, y que también colaboró muy activamente en las soundtracks de Gladiator o The Insider. Man on fire, demuestra que hoy en día y aunque parezca mentira, la comercialidad no está reñida con la calidad. He aquí una muestra. Es algo muy excepcional pero ojalá todas las películas comerciales fueran como esta. Uno de los puntos más negativos es la dirección y el posterior montaje.Es una pena como una película con tan buena historia, tan magnas actuaciones, con música decente y un equipo bueno pueda ser estropeado de la forma tan insultante como lo ha hecho Tony Scott. Ojalá hubiera caído en manos de un director con más talento tras las camaras. La dirección de esta película y el posterior montaje en post-producción es lo más parecido a un autentico bombardeo infinito de imágenes, efectos sin ton ni son del tipo videoclipero por decirlo suavemente, constantes vaivenes de efectos de contraste, luminosidad (con flashes muy molestos) que lo único que consiguen es aturdir al espectador y que su proyección llegué a ser cansina por su reiterativo uso efectos de montaje que van desde el desenfoque, zoom constante, movimiento de cámara exagerado, etc.. El film, tiene detalles curiosos como los subtítulos iniciales móviles y muy originales, que el director los califica de narración visual. Pero bueno a mi sinceramente Tony Scott siempre me ha parecido un director que abusa muchísimo de la sala de montaje y cree estar haciendo un videoclip de 2 horas y 20 minutos y eso no hay quien lo aguante a parte de él, claro. A banda de su filmación, que cuando la camara se queda quieta da gusto pero el resto no, como he dicho me sigue pareciendo una gran película. La dirección y el montaje no empañan el resultado final, ya que las actuaciones y la historia son buenísimas. Haber, claro está, que si la hubiese dirigido otro realizador quizás sería mucho mejor, pero como no es así, le bajo la puntuación por esa mala dirección y horroroso montaje. A los que no la hayáis visto, solo les pido que la vean sin prejuicios, es lo mejor. Disfrutad de esta película, que os aseguro que ofrece mucho más que un film comercial normal.
Una gran película. Saludos